domingo, 25 de mayo de 2008

Libertades

Es más fácil soñar con quien uno quiere cuando lo tiene al lado


Con el tiempo uno aprende a darse la libertad de refugiarse en otras cobijas, de decir lo que le produce taco en la garganta y de dejar que el cuerpo hable.

También aprende a darse la libertad de ducharse en otra regadera, de despedirse sin tristezas y de leer sentimientos en los ojos.

Con el tiempo uno aprende a darse la libertad de desayunar en otra mesa, de querer sin tener y de comunicarse sin voz.

También aprende a darse la libertad de sentarse en otra hamaca, de probar otros labios y de buscar otras manos.

Con el tiempo uno aprende a darse la libertad de olvidar, de conocer y de reconocer.

Aprende también a valorar la libertad del amor, a querer sin tener y a esperar sin apurar.

Con el tiempo uno aprende a darse la libertad de sentir el calor ajeno, de negarse y de huir.

1 comentario:

  1. También se da la libertad de ser otro y muchos, y de cambiar de nombre tanto como se necesite.

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