viernes, 8 de noviembre de 2013
El pasado es un juego de memoria
miércoles, 6 de noviembre de 2013
Con la escoba tras la puerta
lunes, 16 de septiembre de 2013
Quizá mañana
domingo, 11 de agosto de 2013
Conforme pero feliz
viernes, 5 de julio de 2013
Doble faz
Siempre hablaban de lo mismo, de buscar aquel portón, pócima o reloj mágico que les permitiera habitar en una realidad paralela.
El, allí, haría muchas cosas de otro modo. Dejaría su trabajo para dedicarse a escalar, le retiraría la palabras a los jefes abusivos, tomaría más vino en la noche y correría aquel riesgo con aquella mujer a la que siempre le había huido.
Ella, en esa realidad paralela, bailaría más, hablaría menos y se iría para un país de lengua desconocida sin decirle a nadie. Desaparecería y le daría la oportunidad a ese hombre que la inquietaba tanto.
Lo que los mantiene atados a esta realidad es el posible sufrimiento que pueden generar, es la preocupación por ser la causa de algunos llantos, es la mirada inquisidora de la sociedad sobre cualquiera ser sus acciones.
En esa realidad paralela no importaría si alguien resultara herido, porque siempre quedará esta para seguir viviendo tras las apariencias.
viernes, 28 de junio de 2013
Los otros
Así son ellos. Cuando están juntos no hablan de las vidas ajenas. Se refugian en los recuerdos, en las preguntas sin formular, en la esperanza de un cambio de rumbo. Sus ojos recorren el rostro del otro trazando un camino anhelado por su boca, por sus lenguas.
Hablan, ríen, se rozan amparados por la casualidad del contacto, pero su ritmo cardíaco se vuelve frenético cuando, tarde en las noche, recuerdan ese corto momento vivido.
Ambos, a kilómetros de distancia celebran aquello tan suyo, tan indefinible y tan secreto.
lunes, 17 de junio de 2013
El cangrejo
Sentados en la playa se dieron un beso largo y doloroso, lleno de ausencias y de despedidas. El la miró a los ojos sin entender que querían decirle esos labios a los suyos. Ella le acarició el rostro, se puso de pie y caminó en dirección al mar hasta que el agua la cubrió. Nunca regresó a la superficie.
martes, 11 de junio de 2013
Buena suerte y hasta nunca.
Construyes tu vida sobre un mar de historia ficticias. Trazas entre ellas puentes que las doten de verosimilitud. Tus deseos se hacen más fuertes que tus realidades y en esa lucha desesperada por ser el astro más brillante, dejas cadáveres en el camino. Hieres, y eso es lo que hace de tu novela una farsa despreciable.
Construyes tu reputación sobre un río de palabras vacías. Crees que el universo gira a tu alrededor y por eso el Coliseo se llena cuando estás a punto de derramar la primera lágrima. ¿Te has fijado cómo empiezas cada una de tus oraciones?
Tus errores son un espectáculo, tu honra es el precio. Tus mentiras son las ramas que avivan el fuego. Desconfianza es lo queda en las cenizas. Tu mentira es el veneno que erradicó lo que creíamos ser. Allí crecerá un nuevo cultivo y seguro vendrá con frutos deshabridos.
Lo único que exigía era sinceridad pero ahora es inevitable sentir que cada palabra es una fachada.
Tu egoísmo se me ha vuelto insoportable, y esa intoxicación hace que te escriba esta despedida.
martes, 14 de mayo de 2013
Nuestros silencios
Solo cuando su novia se retiraba al baño, ellos se miraban sostenidamente a las ojos durante un par de minutos. Había tantas preguntas entre ellos que era mejor no responderlas, no todavía, no mientras los pudieran interrumpir.
Ella siempre se iba primero. Lo único que disfrutaba de aquellas noches era que él la viera partir. Pero era un disfrute que saboreaba poco. De vuelta en casa, sentada en el sofa frío y con la estufa a media marcha se preguntaba por qué lo seguía haciendo, por qué se prestaba para ese terrible acto de voyerismo, por qué insistía en una relación que más que relación era una no-relación, un intercambio confuso un compartir de espacios sin sentido.
Esa noche decidió que nunca más regresaría y optó por guardar bajo llave las preguntas sin responder. Lo difícil de tomar decisiones a media noche era sostenerlas al día siguiente, pero esta vez sería diferente, esta vez ignoraría la cita y lo miraría con su ausencia.
Temprano en la mañana sonó el timbre de su casa. Extrañada miró el reloj y quedó fría cuando miró a través del ojo de la puerta. Su rostro y su ensortijado cabello componían un reflejo perfecto de lo que pasaba por su cabeza. Después de unos minutos de insistir en silencio ella abrió la puerta. Él la vio como se la imaginaba, ella hubiera preferido no verlo, no así, no tan cerca. Ella cerró la puerta, se dirigió a su habitación y se metió nuevamente entre las cobijas. Si había llegado el momento de enfrentar las respuestas sería allí, en el único lugar donde él nunca le había mentido.