lunes, 22 de diciembre de 2008
viernes, 12 de diciembre de 2008
En un segundo
martes, 18 de noviembre de 2008
Missing You
El arcoiris también coloniza el agua
Y el tono del teléfono suena frío, los papeles se ven pálidos y la tinta sobre ellos, insuficiente.
Y mis palabras se hacen eco y las tuyas se revuelven en un remolino de imágenes.
Y mi silencio se turba por los gritos de tu silencio y tu ausencia se acompaña con mi ausencia.
Y el tajalápiz desgasta mis colores y mis colores desgantan los dedos de mi mano derecha que con fuerza le da color al pálido papel.
Y mi voz reemplaza el tono de tu teléfono pero tu voz no alcanza a darle calidez al mío. No estás en casa.
Y a mis palabras les doy un paseo en canciones para que viajen con palabras mayores, sabias y musicalizadas, y para que no estén solas.
Y lleno mi silencio de películas y de un constante tecleo que no importa que no diga nada coherente. Y tu silencio lo lleno con tus sonidos ya almacenados en los estantes de mi cabeza que llevan tu nombre.
Y siento que tu ausencia, corta pero profunda, se hace más ausencia después de cada despedida.
Y mi locura se hace más loca y más mía, y más tuya, y a la vez más encantadora. Locura compartida, al fin y al cabo.
Imagen:http://padronel.files.wordpress.com/2008/06/pecera_arcoiris.jpg
lunes, 3 de noviembre de 2008
viernes, 31 de octubre de 2008
Mirar afuera
ESCENA 1/EXTERIOR/CALLE DE BARRIO/NOCHE
(Serio pero con malicia)
(Despreocupada pero sincera)
(Mueca de quien se come un limón pero atento)
(Sorprendida)
(Desconcertada)
miércoles, 29 de octubre de 2008
Domingo a Color
lunes, 29 de septiembre de 2008
RE:
Vamos de viaje a caminar en puntillas por el arcoiris
Vamos de viaje al fondo del mar a recolectar erizos
Vamos de viaje a la luna a dejar nuestra bandera
Vamos de viaje a descifrar el matiz de tus pupilas
Vamos de viaje a medir la profundidad de los holluelos de tus mejillas
Vamos de viaje y probamos el sabor rojo de marte
Vamos de viaje a hacer una sieste de seis meses en el Ártico
Vamos de viaje a vivir tras una cascada
Vamos de viaje y aprendemos a volar como los halcones
Vamos de viaje a fotografiarnos junto a un panda
Vamos de viaje a hacer realidad las fantasías
Vamos de viaje y dejamos tu sonrisa dibujada en la arena
Vamos de viaje a sentir la fuerza del vacío
Vamos de viaje a comer masmelos derretidos en el sol
Vamos de viaje a escuchar las historias de tu ombligo
Vamos de viaje, yo te invito a recorrer mi geografía con la punta de tus dedos
domingo, 14 de septiembre de 2008
Próxima estación: Industriales
Ángel
El asunto es que por más que busco un término apropiado para referirme a vos no lo encuentro. Es un problema que tengo también a la hora de titular o de poner un nombre. Lo más fácil es llamar las cosas por su nombre común o incluso poner "(sin título)" y que ese problema lo resuelva otro. Pero vos ya tenés muchos nombres que te han dado otros y creo que por eso se me ha hecho tan difícil la búsqueda. No quiero caer en ningún término cliché aunque alguno de ellos resulte sensato, ni utilizar sustantivos cursis que de un momento a otros están en boca de todos los enamorados. Quiero llamarte de manera especial, quiero darte un bonito sobrenombre, quiero tal vez inventarme un término para definir tu especie -en vía de extinción, por cierto-, quiero poder resumir en una, dos, máximo tres palabras, el "reguerito de magia" que dejás por donde pasás y que me regalás con tu boca y me entra por los ojos y los oídos y se me cuela por los poros.
Seguiré pensando cuando pare ese maldito martilleo que viene de la casa vecina. Por ahora te dejo un abrazo de algodón de azúcar y un beso de arequipe caldense.
sábado, 13 de septiembre de 2008
martes, 9 de septiembre de 2008
La pequeña pelirroja esta sentada en el borde de su cama llorando desconsolada porque su mamá le dijo que sus pecas eran una pigmentación de la piel y no pequeñas concentraciones de chocolate como ella pensaba; porque en el colegio su profesora le negó que la mitad de 5 era 1 "Pero profe mire el dado"-le había argumentado la pequeña-"No, el 5 es un número impar, por lo tanto no tiene mitad"-había sentenciado la maestra; porque su profesor de artes le dijo que el cielo era azul y no violeta como ella lo había coloreado y porque su hermano le informó que los pegasos no existen.
La pequeña pelirroja cerró la puerta de su cuarto con seguro, saco uno de sus libros de colorear de Mi pequeño Pony, buscó la caja de colores y se acostó en el suelo. Unas cuantas goticas cayeron en la cara de un pegaso todavía en blanco. El pasto lo pintó naranja, las nubes amarillas, el cielo violeta, los árboles azules, las flores verdes y al pegaso, de azul claro con melena rosada, amarilla y verde, y cola rosada y azul. Sonrió. Al menos detrás de esa puerta el mundo era tal cual ella lo quería.
*la que desató este escrito.
jueves, 28 de agosto de 2008
sábado, 23 de agosto de 2008
Azúcar para tu Noche
Descalza camina hasta el balcón. Desliza el ventanal despacito para no despertar a los demás habitantes de su apartamento del piso 6. La noche es fría y el cielo está cubierto por una capa de niebla que apenas deja filtrar la luz de la luna. El celular vibra de nuevo, es la tercera llamada que muestra en la titilante pantalla un número tantas veces esperado. Contesta con la voz que le permite salir el taco de ansiedad que tiene instalado en la garganta desde que la despertó el aparato. Al otro lado de la línea se siente el mismo silencio de fondo pero es evidente que la voz que allá se encuentra sale sin problema. Un saludo corriente, allí con temblor, allá con decisión. Un "tengo algo que decirte" que viene y es recibido por unos ojos que se cierran con fuerza. Un "te escucho" que va y es recibido por un rostro que no se inmuta.
Beto estudia siempre hasta tarde, no tanto por su insomnio ni por su dedicación como por su capacidad de postergarlo todo. El informe de lectura está terminado y se siente incapaz de decidir si continuar con el ensayo de Opinión Pública o con el taller de Macroeconomía. En su computador suena Volver en versión Calamaro. Es la 1:37 de la madrugada y a Beto se le antoja un pedazo de la torta de chocolate del cumpleaños de Vero que aún debe estar en la nevera. Se quita las gafas, se frota los ojos y da vueltas en la silla de rodachines hasta que se termina el tango. En medias sale de su habitación hacia la cocina y mientras cruza la sala: "¡Jueputa!", la imagen de una persona en el balcón lo asusta. Reconoce a Sofía y se ríe aún con el corazón a mil. Sigue su camino, se parte un pedazo moderado para que no se note demasiado el hurto y se sirve un vaso de leche. Se sienta en la sala pensando en devolverle el susto a Sofía.
Un escalofrío la recorre. El discurso que viene del otro lado de la línea es más helado que la noche. Ella ha hablado poco porque sus palabras se han hecho lágrimas, él en cambio ha hablado demasiado porque su egoísmo se ha hecho fonemas. Le pidió que saliera de su vida, que la quería mucho pero que no podía tenerla cerca porque ya era feliz con otra mujer... Le dijo tantas cosas que el dolor le impidió seguir escuchando. Cuando allá demandaban una respuesta allí habían demasiadas preguntas. Ella susurró "está bien, adiós", el dijo "adiós, te quiero" y ella le respondió "dejá de ser hijueputa" y colgó. Se abrazó las rodillas y su cuerpo se hizo río.
Beto disfruta bocado a bocado de su antojo satisfecho. Observa la quietud de Sofía y piensa que tal vez está inmersa en una especie de meditación nocturna. Se toma la leche de una sola tanda y sobre su boca queda dibujado un bigote blanco. Entra a la cocina y lava el pequeño plato, la cuchara y el vaso. Cierra la llave y escucha un llanto. Va al baño, toma la caja de pañuelos y vuelve a la cocina, abre el congelador, saca el helado de chocolate y la crema de chantilly, toma dos cucharas de las grandes y a pesar del encarte logra deslizar despacito el ventanal para no despertar a los demás habitantes de su apartamento del piso 6. Se sienta al lado de Sofía, pone los elementos en el piso y la abraza. Beto pregunta si ha recibido malas noticias, ella responde "una despedida", patea el celular y saca algunos pañuelos para sacudirse los mocos y secarse las últimas lágrimas. Él le ofrece una cuchara y abre el helado, ella la recibe, agita la crema de chantilly, la acerca a los labios de Beto y presiona el regulador mientras dice "a tu bigote le falta carácter". Él se ríe, toma una cucharada de helado y la acerca a los labios de Sofía: "a tu noche le falta azúcar", le responde.
lunes, 11 de agosto de 2008
Dreamer
Hace algunas semanas se decepcionó de nuevo del protagonista de sus últimos desvaríos mentales pero hoy un par de ojos azules la pusieron a soñar de nuevo. Con miedo, esta vez, porque no sabe hasta cuándo podrá seguir tejiendo ensoñasiones sobre los tristes y abandonados pilares que sostienen su realidad.
domingo, 10 de agosto de 2008
Premonición
La brisa primaveral soplaba con fuerza y desprendía, de cuando en cuando, una florecita lila del jacarandá. Ambos guardaban silencio, se miraban, jugaban con las manos y pasada la ráfaga uno de los dos reiniciaba la conversación.
Hubo un momento en el que a ella se le escapó un suspiro. No hubo viento. Allí comenzó el silencio propio de las despedidas. El se acercó a ella, la abrazó y disolvió la primera lágrima con su pulgar derecho antes de que ésta terminara de recorrer la mejilla. La miro a los ojos y le dio un beso en la punta de la nariz que la hizo sonreír.
- Yo siempre he estado buscando algo sin saber realmente que es. Ahora siento que lo he encontrado y vos hacés parte de eso... Pero no me puedo quedar...
- ¿Por qué?
- Porque tengo que volver a Medellín. No puedo dejar a mi familia así no más. Igual debo terminar lo que tengo empezado... Me faltan dos años de universidad. Cuando me gradúe, vuelvo.
- Nena pero podés estudiar acá también...
- Sí pero allá tengo quién me la pague y tengo trabajo, así podré ahorrar para volver.
- ...
- Yo sé que dos años son mucho tiempo. En dos años la situaciones cambian, yo cambio, vos cambiás... pero si realmente esto es lo que siempre he esperado, va a ser para mí.
Igual vos podrías ir alguna vez a visitarme... Yo a vos te quiero un montón y sé que todavía nos faltan muchas cosas por compartir...
Se abrazaron de nuevo, se dieron un beso con tintes de dolor, caminaron de la mano por las Barrancas de Belgrano y en la noche se despidieron en el Ezeiza.
Sólo dos días han transcurrido desde esa premonición.
jueves, 7 de agosto de 2008
domingo, 27 de julio de 2008
Pelìcula Recomendada
"Ano, sabés ¿por qué las moscas se frotan las patitas? Para no quedarse pegadas en ninguna parte. Cómo tu y yo, guapa."
El grupo que hace las canciones se llama Los Aslandticos. La canciòn De Momento es la que màs me gusta, hasta ahora.
Imagen: http://www.index-dvd.com/covers/300/porquesefrotancine-300a.jpg
LE PAPILLON
La Mariposa
- "Pourquoi les jolies fleurs se fanent?"
- "Parce que ça fait partie du charme".
- Por qué las hermosas flores se marchitan?
- Porque esto forma parte del encanto.
Imagen: http://image.blog.livedoor.jp/printemps75001/imgs/e/6/e6d15b17.jpg
MA VIE EN L'AIR
Mi vida en el aire
- Yes, I've found a job. I'm working right now.
- You're working right now ? Come on, what're you doing ?
- I'm testing medications. Actually, I test an anti-alcohol patch.
- While drinking wine ?
- Yes... See, it doesn't work
Imagen: http://img5.allocine.fr/acmedia/medias/nmedia/18/35/86/89/18441650.jpg
viernes, 25 de julio de 2008
jueves, 24 de julio de 2008
Terquedad
La ventana emergente hace su apariciòn. El tiempo se detiene, el corazòn se acelera, la pupila se dilata, la boca saliva, las manos tiemblan, las mejillas se sonrojan, el estòmago se revuelve, los labios se estiran. Hace click para maximizar la ventana. Espera un momento para no parecer deseperada y luego escribe: hola. No ha presionado Enter y ya el temido aviso està allì: Soy tuyo!!! aparece como No conectado. Recibirá los mensajes que le envíes la próxima vez que inicie sesión. Enviar un mensaje de correo electrónico a este contacto en su lugar.
- ¿Correo electrònico? Ni mierda, prefiero esperar.
miércoles, 23 de julio de 2008
¿Cuàntas salen con 1 moneda?
domingo, 20 de julio de 2008
Ciencia
martes, 15 de julio de 2008
Festival
menos aún si es de entrada gratuita.
Ellos no tendrán problema en hacerse bromas mutuamente y
en dejar escapar risitas insistentes.
No te sientes al lado de un par de tórtolos en un espectáculo,
menos aún si cuando llegas están extremadamente juntos.
Ellos no podrán contener sus manos y se tocarán todo el tiempo.
No te siente al lado de un par de tórtolos en un espectáculo,
menos aún si se requiere traducción.
Ellos pierden el interés con facilidad,
seguramente comenzarán a susurrar.
No te sientes al lado de un par de tórtolos en un espectáculo,
menos aún si tienes dolor de cabeza.
No podrás evitar que por tu vista periférica y por las cavidades de tu oído
se cuelen los movimientos y los sonidos de sus besos.
No te sientes la lado de un par de tórtolos en un espectáculo,
menos aún si estás solo.
Picas, tréboles, diamantes y corazones
Estoy concentrado en el juego y en madrear mentalmente a Camila porque no me tira cartas buenas y a Ramiro porque sólo habla estupideces de sus nuevos estudiantes. De repente, escucho una particular voz femenina. Es una argentina que no sé de qué habla pero me deleita con su "sho" y su "esha" y con que tiene una colección de mates y luego que "esa nena es hermosa" y yo pienso que no lo es tanto porque todo el rato ha estado gritanto "pa' mire esta hundida, pa' mire esta hundida" y el papá nada que mira a la pobre porque le está echando bronceador a su mujer y cuerpo de mujer mata hundida de niña como lo dicen de la coca cola y el tinto. Jueputa, por qué agarré este tres negro que no me sirve pa' mierda y boté la K que al menos era de corazón.
Sí, estoy jugando a la loca, sólo quiero coger corazones y botar el resto pero Camila no tira ni mierda, la negrita sigue con su "pa' mire esta hundida", la argentina que no se qué juego es muy divertido, el de la música que pone la novena de Mozart a todo volumen y yo que qué sueño y qué rabia porque me tocó agarrar una carta de diamante y botar un corazón porque estamos jugando apuntado a 101 y ya estoy en 92. Y a mi hermano le dio la tosedera y una señora en la piscina está gritando "Auxilio, auxilio" porque sus amigos decidieron bombardearla con agua y la ventaja es de 8 a 1.
En fin, Camila muestra sus espléndidas terna, terna y cuarta. Yo, derrotado por estar pensando maricadas, digo que me volaron del juego (apenas tenía una vil terna) y mi hermano, orgulloso, muestra cómo le cogieron sólo cinco puntos. Mientras ayudo a recoger las cartas agudizo el oído buscando la voz de la argentina. Reconozco que está conversando con una tosca y subdesarrollada voz masculina que entona un menos estético acento paisa. Cuánto me gustaría ser el tipo del Lado oscuro del corazón para recitarle un poema de Girondo y, aunque esha no sepa volar, tener esa dulce voz y ese melodioso acento para mí.
No aguanto más la curiosidad y busco con la mirada la dueña de la voz. Unos ojos verdes hermosos en un rostro de piel blanca hermosa y un cabello claro hermoso. Puesta esa cabeza hermosa en una figura, con vestido de baño púrpura, de proporciones en las que mi orgusho masculino no me deja fijar. Qué pena. Sigo mirándola y veo cómo su acento delicioso sale como un canto.
Me gusta tu acento querida pero qué hago, a mí me gustan con menos medidas. Con tu voz, con esa sí me quedo.
Me voy a hacer la siesta, mejor, antes de que quiebre un vaso o vaya y te robe un beso, nena.
domingo, 6 de julio de 2008
Rutina
miércoles, 2 de julio de 2008
martes, 1 de julio de 2008
Benedetti*
Rostro de vos
Tengo una soledad
tan concurrida
tan llena de nostalgias
y de rostros de vos
de adioses hace tiempo
y besos bienvenidos
de primeras de cambio
y de último vagón.
Tengo una soledad
tan concurrida
que puedo organizarla
como una procesión
por colores
tamaños
y promesas
por época
por tacto y por sabor.
Sin un temblor de más,
me abrazo a tus ausencias
que asisten y me asisten
con mi rostro de vos.
Estoy lleno de sombras
de noches y deseos
de risas y de alguna maldición
Mis huéspedes concurren,
concurren como sueños
con sus rencores nuevos
su falta de candor.
yo les pongo una escoba
tras la puerta
porque quiero estar solo
con mi rostro de vos.
Pero el rostro de vos
mira a otra parte
con sus ojos de amor
que ya no aman
como víveres
que buscan a su hambre
miran y miran
y apagan la jornada.
Las paredes se van
queda la noche
las nostalgias se van,
no queda nada.
Ya mi rostro de vos
cierra los ojos.
Y es una soledad
tan desolada.
Mario Benedetti.
*Como Bautizó mi Sis una entrada parecida.
lunes, 30 de junio de 2008
Horizontal Cinco Casillas
No tiene Sentido
volver a encontrarme de nuevo contigo
estoy pensando que me doy por vencido
que todo se acaba mas yo no he entendido
Y pido a Dios que me colme de fuerzas
de pura grandeza
de armas y don, de valor y destreza
para entender que no tiene sentido
volver a encontrarme de nuevo contigo
Estoy tratando quizás de olvidar
diciembre que no, agosto que igual
te he preguntado si algo pasó
y nadie quedo para contestar
Y pido a Dios que me alivie el dolor
de tanta ilusión que creció con un sueño que hoy sigue viviendo conmigo
duele aceptar que no tengo motivos
ni tengo razones para estar contigo
sábado, 28 de junio de 2008
Dos segundos
Tomó un colectivo en el que viajaba poco y se sentó al lado de la ventana. Tenía treinta minutos para llegar a la panadería acordada para encontrarse con Alejo. Lo esperaba una ruta larga. No se acordaba mucho del recorrido del vehículo, sin embargo estaba seguro de que era el único que lo llevaba, desde su casa, hasta allá. Le compró una gomita en forma de aro al niño que se subió detrás de él en el paradero y les dio una moneda de 200 pesos al par de raperos que, con una grabadora amarilla y una pista interminable, cantaron casi diez minutos. Más que por el mensaje de la letra les dió la moneda porque le dijeron un dato curioso: "Rap quiere decir, revolución artística popular". Con esas palabras Lucho quedó maravillado.
La familiaridad de los barrios por los que pasaba el colectivo era esporádica, salvo cuando ante su ventana desfilaron los edificios que correspondían a la urbanización en la que él siempre había deseado vivir. Ahí se dió cuenta que se encontraba en el barrio de su novia anterior, de la que no sabía nada hace un buen tiempo y por la que todavía sentía un amor profundo. Ante el sentimiento de ansiedad que lo invadió estar de nuevo en ese territorio y al recordar que después del semáforo pasaría justo por la cuadra de la casa de Cristina, se mordió la manga izquierda del saco y de su boca se desprendió sonrisa. El semáforo, indiferente, permanecía en rojo y Lucho se empezó a preguntar si ella se habría cambiado el cabello, si todavía estaría viviendo allí, si conservaba los regalos que él le había dado, si la vería, si ya se había comprado la moto, si estaría de viaje, si estaría comprando el chance, en fin. El colectivo empezó a moverse y Lucho mordió con más fuerza la manga. La cuadra se acercaba y él, a la misma velocidad, giraba su cabeza hacia la derecha procurando no perder ningún detalle del panorama. La cuadra estaba desierta y no había nadie afuera de la casa de reja negra y jardín pequeño en la que vivía Cristina. Volvió su mirada hacia el frente un poco decepcionado. El vehículo aceleró, la luz era ahora amarilla. Lucho tuvo tiempo apenas para reconocer a la muchacha que venía caminando por la acera en dirección a él, pues el colectivo giró a la izquierda. Sonrío y se mordió el labio inferior. Se sintió como un tonto y enrojeció.
Le bastó una imagen de dos segundos para alegrarse. Aún sabiendo que su tiempo con ella se había terminado ya.
domingo, 22 de junio de 2008
Ritual
Imagen: http://elunicornioexiste.blogsome.com/images/maleta_parisfinal.gif
Zep
Para vos no tengo carnada ni pecera. Podés quedarte en el mar.
Hoy mi hermana me dijo que le regalara un pez. - Yo quiero un lobo siberiano. Jenni, regalame un pez - A mí me dio risa eso que me dijo tan incoherente pero le pregunté qué clase de pez quería y me respondió que un Betta del color que yo quisiera. - En un mes - Le dije. Por mí se lo compraba mañana pero si ella se va de viaje un mes pues lo mas lógico es que se lo regale cuando vuelva. Además yo no quiero comprarlo rápido porque me aburriría de cuidarlo, la vida de los peces de pecera me parece muy monótona y depronto me dan ganas de enviarlo de excursión por alguna quebrada y luego cómo lo recupero.
En mi casa han habido varios peces pero han durado poco, no porque yo los haya enviado de paseo sino porque se han muerto, seguramente de aburrimiento, pero a mí no me ha dado tristeza porque a los peces es difícil quererlos. Uno sólo puede jugar con ellos cuando les da la comida, o cuando los corretea con la red o cuando les pega en el vidrio, pero mi prima me dijo que a ellos no les gustaba que uno les pegara en el vidrio, entonces no lo volví a hacer y tuve un recurso menos para acercarme a ellos.
Yo tengo un amigo que estoy segura que es un pez. Afortunadamente él no es de pecera sino de mar abierto y hasta creo que de aguas profundas. Tiene colores muy bonitos y no se deja atrapar facilmente. Yo lo conocí en el mar, aunque muy cerca de la playa. En este momento él está en la costa, lleva allí muchos días pero seguro se está diviertiendo y demás que ya encontró un cardumen y un bonito arrecife. Yo sólo espero que alguna corriente lo traiga por estos lados para volverlo a ver. Ojalá sus escamas estén llenas de historias y no muerda ningún anzuelo. Sería muy triste que un pez exótico como él terminara en una barbacoa.
Creo que el pez de mi hermana será rojo, hoy que pasé por un acuario los vi y ese me pareció el más bonito. Además ella tendría su color favorito en una pecera y yo me acordaría de mi amigo. Ojalá en un mes ese pez todavía esté allí, o al menos otro del mismo color. Si no pues tocará comprarle otro y buscarme otra manera de recordarlo.
Imagen: http://www.loveearth.com/assets/cmsuploads/2981dd5b-5524-4bcd-9a4f-fadd412d55f0/Image.jpg
martes, 17 de junio de 2008
En la piel
Se lamentó el no tener alguien con quien pintar las paredes blancas de ese lugar, con quien compartir el balcón, el tapete, la cobija, la leche achocolatada e, incluso, la ducha. Le dolió no tener a quien llevar al teatro, a quien contarle historias con la luz apagada y confesarle sus miedos a la luz de una vela. El vacío de no tener con quien cantar desafinado, recitar poesía de memoria, hacer juegos de palabras y llenar los crucigramas, se profundizó. Los recuerdos de un calor ajeno hicieron más ruidoso el silencio y mas dolorosa la soledad.
La tristeza la levantó del tapete y la llevó a la cama. Si tan sólo Siro no la hubiera rechazado las paredes estarían pintadas y ella no estaría estremeciendose por el frío de la cama.
lunes, 16 de junio de 2008
La nena del moño rojo
Cuando se fue estaba triste. Yo sabía que había escuchado todo lo que Marlon le dijo pues no dejó de mirarlo a pesar de las lágrimas que se le acumularon en los ojos. "Ella no tiene miedo de entregarlo todo. Pero ningún hombre se ha atrevido a amarla", esas habían sido las palabras que hicieron que ella cerrara los ojos, tragara con dificultad y luego agradeciera con una inmensa sonrisa. Suspiró, bajó la mirada y las digirió lentamente.
Antes de irse se despidió de mí con un abrazo prolongado pero necesario. Le dije que no dudara en llamarme, que se fuera a descansar y que no se preocupara, que Marlon tenía razón y que ambas sabíamos que Juan era un cobarde y un idiota. Soltó una risita cómplice ensombrecida por la decepción, me dio un beso en la mejilla y se fue.
A eso de la media noche me llamó en medio de un doloroso llanto que mis propios ojos no pudieron contener. Hubo muchos porqués que no le pude ayudar a responder. Y es que yo tampoco entiendo por qué Juan se esconde y complica las cosas y las niega. No sé a qué le tiene miedo pero seguramente eso es lo que no lo deja ver lo bonita que es ella, las millones de cosas que tiene para dar y todo el amor que, si no fuera por él, ya le hubiera entregado, incluso, con un moño gigante.
"Yo la amaría", había respondido Maria después de las palabras de Marlon. Yo la amo, pero no es mi amor ni el de Maria ni la muerte del gato, lo que hace que a ella se le escapen las lágrimas y se le arrugue corazón.
Juan, no te escondas. Ámala y deja que te ame.
domingo, 25 de mayo de 2008
Indicio
Esa es su particular manera de invitarme a comer helado.
[ Pedazos ]
[ No en vano lo primero que hacemos en la vida es llorar ]
1. Las lágrimas rodaban por las mejillas de la pequeña niña. Ella, en silencio y entre espasmódicos movimientos del diafragma, miraba como sus cinco globos de helio ascendían. Se alejaban con apuro de su manito blanca que los había descuidado, apenas durante un segundo, por la tentación de un algodón de azúcar. Su tristeza era comparable con la de quien pierde, entre las manos, el brillo de un puñado de estrellas.
2. Decime que me querés. Le dijo al oído mientras con la yema de sus dedos le acariciaba las cejas. Tenía los ojos cerrados y no pronunció palabra. La caricia se detuvo. Una lágrima se le escapó a los párpados que no quisieron abrirse. Él comprendió y se marchó.
3. Colgó el teléfono con rapidez. Se sintió orgulloso de haber sido tan frío, de haber tenido una conversación netamente académica y de no haber mencionado los hechos de la noche anterior. Utilizó el tono neutro que le habían aconsejado sus amigos y no dejó espacio para silencios. Lo más seguro es que ella habría quedado desconcertada, tal y como lo había planeado. Por eso colgó tan rápido, tanto que no se percató del sollozo que había estallado al otro lado de la línea.
Libertades
Con el tiempo uno aprende a darse la libertad de refugiarse en otras cobijas, de decir lo que le produce taco en la garganta y de dejar que el cuerpo hable.
También aprende a darse la libertad de ducharse en otra regadera, de despedirse sin tristezas y de leer sentimientos en los ojos.
Con el tiempo uno aprende a darse la libertad de desayunar en otra mesa, de querer sin tener y de comunicarse sin voz.
También aprende a darse la libertad de sentarse en otra hamaca, de probar otros labios y de buscar otras manos.
Con el tiempo uno aprende a darse la libertad de olvidar, de conocer y de reconocer.
Aprende también a valorar la libertad del amor, a querer sin tener y a esperar sin apurar.
Con el tiempo uno aprende a darse la libertad de sentir el calor ajeno, de negarse y de huir.
lunes, 19 de mayo de 2008
Silencio y Colores
Se la encontraba varías veces en la semana, 2 o 3, a la misma hora y en el mismo lugar: 5pm, en la parada del bus; esa que quedaba cerca a su trabajo y a la universidad de ella. Lo sabía porque ella no vestía uniforme, no aparentaba tener menos de 18 años, cargaba un morral de colores y en una que otra ocasión la escuchó hablando con alguien acerca de su horario.
Se sentó dos bancas detrás de ella. A pesar de no poder ver sus enormes ojos oscuros, se conformó con ver su rostro de perfil mientras miraba por la ventana. Julián se hizo una promesa: el día que la viera de amarillo conversaría con ella.
Muchos días similares transcurrieron, azul, rojo, negro, blanco, verde, violeta, pero ninguno amarillo. Julián la veía, con sus audífonos grandes, su morral de colores y su libro de cuentos, que a veces era de Andrés Caicedo y otras de Carrasquilla. Entendió por fin que no podía quedarse esperando el color y se decidió a hablarle.
Llegó al paradero y se sentó en la banca buscando con nerviosismo qué palabras utilizar. La última información que había recolectado le revelaba que a ella le gustaban los gatos, las pinturas y las sombrillas negras, pero no encontró cómo utilizar lo que sabía sin parecer un acechador. La nena se sentó a su lado, con sus audífonos grandes, su morral de colores y, esta vez, un enorme girasol y una camisa amarilla. Julián dedujo que ya tenía un pretendiente e hizo caso omiso al color.
Desde ese día Julián trabaja hasta un poco más tarde para evitar encontrársela y detectar, tal vez, la presencia de un hombre en su vida. Lástima que no haya visto que la nena le dio las instrucciones para conquistarla: canciones, cuentos y flores.
* Cuento finalista en el 2° Concurso Nacional de Cuento RCN y Ministerio de Educación Nacional
domingo, 18 de mayo de 2008
De madrugada
Al final terminé cuidándome la gripa porque leí el mensaje y era del Pez diciéndome que volvía a la ciudad y quería verme porque me extrañaba, entonces salí a la calle, di muchas vueltas, y volví a acostarme, sin ropa y con el pelo mojado.
lunes, 12 de mayo de 2008
Hay que tener mucho cuidado con las que se llegan a meter en la cabeza, son difíciles de sacar y además producen dolor.
sábado, 10 de mayo de 2008
Inventario
Me gusta andar en moto, dar abrazos de oso, comer helado con crema de chantilly y reirme a carcajadas.
No me gusta que me digan lo que tengo que hacer y que piensen que soy ilusa sólo porque no creo que el dinero lo sea todo.
Me gusta sentarme en el pasto a mirar el cielo, hacer burbujas y reirme a carcajadas.
No me gusta querer escribir y que las palabras se queden por ahí atoradas.
Me gusta cantar mientras voy en un carro con el viento pegándome en la cara y desordenándome el pelo.
No me gusta lo que se siente cuando se es rechazado, ni cuando se espera, ni mucho menos cuando se rompe el corazón.
Me gusta cerrar los ojos y sentir las caricias, correr para acelerar el encuentro y dar besos suaves y cortos.
No me gusta no saber lo que quiero, al igual que no saber si prefiero tus palabra o tus silencios.
Me gusta que me quieras, cerca o lejos pero me gusta
Mi carro a control remoto no funciona, seguro que es la batería. Tiempo atrás diría que yo no funciono y que seguro es tu ausencia, pero hoy digo que yo no funciono y que seguro es el frío. Ahora que lo pienso, es casi lo mismo.
sábado, 26 de abril de 2008
Fragmento de "Cartas a Gaviria" (II)
"... Sos un insolente, Gaviria. Cómo te atreves a pasar por mi casa sin saludar. No es que pase mi tiempo mirando por la ventana, no sé qué tenía de especial ese miércoles pero me senté allí, escondida por el árbol este que no me acuerdo cómo se llama. Recuerdo que hacía calor y había poca gente en la calle, uno que otro perro callejero y los usuales buses de cada cinco minutos. Tu figura la conozco demasiado bien, Gaviria. No es difícil de reconocer tu paciente caminar, tu espalda encorvada de manera leve y tu crespo y rebelde cabello. Pasaste caminando, con las manos en los bolsillos y la mochila cruzada. Miraste mi edificio sin detener tu marcha. Cuánto me hubiera gustado ver otra vez esos ojos oscuros que me descifraban tan bien. Tu mirada es difícil de describir, Gaviria, pero cómo la recuerdo, a tal punto que mi piel se eriza. Sé que con tus ojos recorriste las escaleras. Las únicas testigas presenciales de nuestras conversaciones. Sé que te acordás de todas esas mañanas en las que, sentados en mis escalones, discutíamos hasta llorar o nos besábamos hasta quedar sin aliento. Qué días esos, hombre, cuándo no era lo uno, era lo otro. Salvo esa tarde fría en la que llegaste cansado y yo también estaba cansada, y no dijimos más que hola, hola, cómo estás, bien y tu, bien. El silencio y el atardecer se apoderaron de nosotros y tus manos y las mías supieron llenar ese vacío. Extraño tus silencios, Gaviria. Silencios que estaban llenos de misterios y que, muchas veces, escondían dolorosas respuestas. Reconozco que callé muy poco, en ese entonces no había aprendido aún a escuchar en el silencio. Tus palabras sí que las escuché, muchas de tus frases puedo decirlas hoy de memoria. Trato de no olvidarlas pues, dejame decirte algo, querido, tu imagen se me está poniendo algo borrosa..."
Destino
No es posible que pueda decirme tantas mentiras y no creerme ninguna.
Son innumerables las veces que, sacando pecho, he proclamado que ella me importa un pito.
Ojalá, ojalá ya me la hubiera sacado de la cabeza, ojalá no me acordara tanto de su manera de hablar y de sus miradas de niña mala queriendo que yo me entere de sus intenciones.
Mentira.
Es verdad, cada vez que brindo digo que por el olvido, que ella se lo pierde y cuántas mierdas más. Pero qué va, si tengo más que presente su sonrisa, la suavidad de su piel y la sensación de jugar con su cabello.
Mentira.
Me he mentido también en todas y cada una de las noches en las que me he acostado en mi cama diciéndome que no escuchar su voz me duele cada vez menos, sabiendo que mi dolor aumenta cuando me imagino los susurros que me pudo haber dicho, las canciones que me pudo haber cantado y los escritos que me pudo haber leído.
Mentira.
Me miento para tratar de calmar el dolor, para no ver que la tengo colgada en las paredes y hasta debajo de la cama.
Al fin creo que todo lo que me pasa es mi culpa por creer lo único que no debí haberme creído: Que ella me quería.
Al terminar la lectura Pablo sonrío, "Como me hiciste sufrir, Anita", se dijo. Arrancó la hoja y se la metió en el bolsillo, guardó de nuevo el cuaderno y continuó con su actividad. "Para al final hacerme tan feliz", concluyó.
Entradilla
Maria tenía razón. En el fondo lo sabía pero es lo que ocurre con esas cosas que se saben pero duelen, no se quieren aceptar. Llegué a pensar que podría haber algo de realidad en mi cúmulo de imaginerías, culpa del maldito hábito de perder de última a la esperanza. Debería haber un antiobiótico anti-ilusionamiento, que se tomara cada 6 horas y no produjera efectos secundarios. Me pregunto una y otra vez cómo pude llegar a este estado de ebriedad con un indicio tan débil pero a la vez tan delicioso. Fue algo así como emborracharse con una cerveza ligera pero helada. Al final lo que quedó fue un vaso vacío y un guayabo prolongado. Qué horror. Maria tenía razón, toda la razón del mundo... me lo advirtió, yo la escuché y lo que hice fue rerime con mi cara de "eso va viento en popa". Qué estupidez. Al fin y al cabo por algo dicen por ahí que "la letra con sangre entra". Así toca aprender.
Ya me cansé de derrochar mis energías y exponer mi ánimo en un asunto que no tiene sentido. En un juego que perdí desde el inicio. Nunca he sido partidaria del masoquismo, por eso reconozco que es hora de alejarme, de depurar mis pensamientos y de salir del abismo al que me tiré sin ninguna protección. Ayer me vi una película de drama, ahogué mis penas en helado y arreglé mi cama diferente. Ayer comenzó el duelo.
miércoles, 23 de abril de 2008
Más allá
lunes, 14 de abril de 2008
10pm
domingo, 13 de abril de 2008
viernes, 11 de abril de 2008
Fragmento de "Cartas a Gaviria"
"... No sé en qué momento nos hicimos tando daño, Gaviria. Nos dejamos llevar por el vacío y por el deseo. Construimos un mundo de vertiginosas espirales. Sentimos más de lo necesario, más de lo que pedía el cuerpo. Alimentamos poco el alma y pensamos que no eran importantes los comportamientos ritualizados. Decidimos estar al margen de las normas y las concepciones sociales y procuramos habitar en función del deseo, propio y mutuo. Fuimos un caos, Gaviria, un caos que nos daba libertad y felicidad pero que al final nos volvió mierda. Nunca entendimos que la gente no está dispuesta a compartir la totalidad de lo que tiene. A vos te tenía Alicia y a mí (sabés bien lo que me duele decir esto) me tenía Sánchez. Ni ella ni él estaban dispuestos a compartirnos al igual que ni vos ni yo estábamos dispuestos a ser pertenencias. Qué decirte ahora, hombre, he perdido tu rastro y no he encontrado con quien compartir mi vida. Podría decir, con gratitud, que soy sentimentalmente libre, pero no. No importa que Sánchez se haya ido, ese no es el asunto. No recuerdo si alguna vez hablamos acerca de la libertad del querer pero voy a decirte la conclusión a la que he llegado: Nadie es sentimentalmente libre. Cuando volvamos a vernos sería bueno debatir al respecto. Qué cosas, Gaviria, quisiera encontrate de nuevo, construir otro mundo vertiginoso y espiral, violar y cumplir otras reglas, ser víctima del vacío y del deseo y retomar el caos sin importar que al final termine vuelta mierda, de nuevo..."
miércoles, 9 de abril de 2008
Insuficiente
No bastan doce resmas de papel, veinte respiraciones por minuto, un latido por segundo, cuatro novelas en un mes, un dolor de cabeza al día ni ocho pañuelos cada media hora.
No basta no oír, no ver, no hablar, no tocar, no sentir...
Todo es insuficente para ahuyentar a un fantasma.
domingo, 6 de abril de 2008
Altibajo
martes, 1 de abril de 2008
lunes, 31 de marzo de 2008
Indecisión
No sé cómo buscarte,
si lo supiera no sé si lo haría,
me he convencido de la dificultad de encontrarte.
Qué decirte cuándo te vea,
cómo justificar mi búsqueda,
mi presencia,
mi ansiedad
y mi espera.
No sé cómo borrarte,
si lo supiera no sé si lo haría,
me he acostumbrado a cerrar los ojos y verte.
Qué hacer si me faltas,
cómo calmar mi tristeza,
mi angustia,
mi anhelo
y mi llanto.
No sé como no esperarte,
si lo supiera no sé si lo haría,
me he persuadido de la necesidad de tenerte.
Qué decirle a tu ausencia,
cómo hacerla mi compañía,
mi confidente,
mi esperanza
y mi monotonía.
No sé cómo quedarme con vos,
si lo supiera no sé si lo haría,
me he convencido de no poseerte.
- Es difícil...
- ¿Que cosa?¿La búsqueda?
- El amor...
- ¡Claro! ¡Si creés que existe ya estás perdido!
- ¡Pero si está en el diccionario!
- ¿Ah sí? Contáme haber cómo lo define la Academia.
- Amor: del latín amor, -oris. Eme. Sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser.
- ¡Encuentro y unión preferiblemente de tipo sexual con otro ser igual de insuficiente, de necesitado y de idiota! Eso se acerca más a la definición de conveniencia.
- ¿Entonces pensás que el amor se limita al sexo?
- ¡Que el amor no existe te digo! Pero sí, la búsqueda del hombre se limita al sexo.
- Que equivocada estás...
- Que iluso sos...
sábado, 29 de marzo de 2008
Reclamo
viernes, 28 de marzo de 2008
Posposición
jueves, 27 de marzo de 2008
miércoles, 26 de marzo de 2008
Pedazo de Pasado
No sé que pasa con los pedazos, seguramente se habrán ido volando cuando abrí la ventana o la puerta, o cuando encendí el ventilador. Ya te dije que esas cosas las rompió el tiempo aunque para qué mentirte, en ocasiones usé las tijeras y en otras el bisturí, y a veces el cuchillo, y hasta mis manos utilicé... Qué hago si el tiempo a veces se pone demasiado lentejo con sus labores y yo me impaciento. Pero eso sí, los pedazos se han ido no por mi voluntad sino por la del viento que todo se lo lleva, muchos de ellos han tenido pisapapeles y cosas pesadas encima pero también he tenido que evitar que salgan volando otras cosas que me resultan más... no sé, útiles, menos dolorosas, qué se yo.
¿Cajones? No, nunca. Los cajones son para las certezas, para lo que uno no tiene que recordar. Para qué guardar recuerdos en un cajón si frecuentemente lo vas a estar abriendo y cerrando... No, los recuerdos van afuera luchando por no ser llevados por el viento ni rotos por el tiempo, así funciona.
Vos sos un pedazo más, estas ahí junto con los otros pedazos que tienen tu firma. Te aviso que ya se voló el pedazo que tenía tu olor y acabo de ver salir al que tenía tu sabor. Poco a poco se te van yendo las cosas o se me van yendo o se le van yendo a ella, no sé realmente de quien son, creo que al final son de todos o de nadie o más tuyas que mías, en fin.
Algún día, pedazo de pasado, voy a utilizar esa piedra que te sostiene, ese día, espero que te volés, rápido, y que ningún viento te vuelva a traer.
Silencio
El hambre y la falta de plata hacen que Lola vuelva a su casa después de mucho caminar, mucho sol y mucho calor. Entra, se acuesta en su cama y canta como en un susurro, se asoma una lágrima y el dolor de cabeza característico del hambre con el que tendrá que lidiar para inventarse un almuerzo. Se siente casi egoísta por no prender el equipo de sonido y poner la música a todo volumen, por no llamar a Susana y desahogarse y por no llorar como le gustaría. En el fondo disfruta su egoísmo y su vendaval interno.
Lástima que Lola, de tanto evadir su pensamientos se haya quedado sorda. Ahora tendrá que pensar, siempre.
lunes, 24 de marzo de 2008
No sé Olvidar
Quisiera que el amor dure cinco minutos
aunque es el único dolor merecido
los inocentes somos culpables siempre.
Quién dijo cómo tenía que ser todo
por qué no podría ser a mi modo
que la libertad sea divina.
Porque el amor te espera en la esquina
y el dolor te espera en cualquier lado
ya no quiero mi aliento oxidado solo para mí.
Que alguien me diga lo que tengo en el pecho
y me lo saque de mala manera
no es agradable la espera cualquiera que sea.
Podría confesarte todo sin problema
también olvidarme de mi pasado
bailo mejor acostado y no se olvidar.
Porque el amor te espera en la esquina
y el dolor te espera en cualquier lado
ya no quiero mi aliento oxidado solo para mí...
Gracias, Andrelo
domingo, 23 de marzo de 2008
Quiero un Abuelo
Apagón
domingo, 16 de marzo de 2008
Ninguna
viernes, 7 de marzo de 2008
miércoles, 5 de marzo de 2008
Vitral
lunes, 3 de marzo de 2008
Trato
¿Que tal si te regalo una sonrisa y vos me regalás un beso?
¿Que tal si te regalo una mirada y vos me regalás un secreto?
¿Que tal si te regalo una hora y vos me regalás más tiempo?
¿Que tal si te regalo una almohada y vos me regalás un sueño?
¿Que tal si te regalo una puerta y vos me regalás un rincón entero?
Hagamos un trato, nadie saldrá perdiendo, te lo prometo.
lunes, 25 de febrero de 2008
Ambulancia
Busquen en el banco de lágrimas un litro de las cristalinas, suban a la señorita con cuidado a la camilla sin moverla demasiado para evitar que la hemorragia continúe, recojan el medio corazón que aún palpita y colóquenlo en la cobija térmica para mantenerlo tibio. Vigilen su respiración que hasta hace un momento era dificultosa. Llevemos ese CD de Fito Páez que hay en su grabadora y pongámoslo en la ambulancia para que tenga bonitos pensamientos. Al llegar al hospital, llévenla directo al quirófarno para hacerle una cuantas puntaditas en el corazón. Un beso en la frente, unas bonitas flores, globos de colores, torta de chocolate, tinto, un gatito, tarjetas de recupérate pronto, cuentos y abrazos de oso de su amigos, en su habitación, por favor.
La Bruja
Señor, usted está embrujado.
La verdad no sé con exactitud si fue víctima de una bebida con limadura de uñas en noche de luna muerta o si le aplicaron el hechizo de la manzana, el vaso de agua, la vela rosada, el puñado de tierra y la pluma, el caso es que, lastimosamente, hizo efecto.
Tenga en cuenta que en los asuntos del amor hay personas que les gusta jugar sucio, que actúan según la consigna: "El fin justifica los medios" y que eso implica, incluso, dominar los sentimientos ajenos.
Piénselo bien, tal vez la Bruja está jugando, no sólo con sus sentimientos sino también con los de la gente que usted aprecia.
Recuerde que usted tiene la libertad de elegir de que cadenas quiere ser esclavo, no permita que alguien lo encadene sin su consentimiento.