Ya tenía listo el traje, el escenario, el discurso, la banda sonora y el arma. Ya había iniciado el duelo y empezaba a guardar el luto. La hoguera estaba encendida para reducir a cenizas cada objeto que implicara un recuerdo. Un par de horas de silencio más y comenzaría la función. Hablaste y se vinieron abajo todos los preparativos.
hey jenni....super bien...me parece una chimba lo que escribis, lo que pensas.....una palabra puede bastar una mirada puede bastar siempre y cuando sepas los ojos y la boca que sienten......a veces te engañan no?....
ResponderEliminarsuele suceder!
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