lunes, 23 de julio de 2007

Humo y Besos (1)

- ¡Ya sabés que no me gusta que fumés sobre mi!
Exclamó Violeta mientras con sus manos trataba de apartar el humo que salía de la boca de Rojo.
- Pero mirá que belleza, está finamente envuelto en una hoja de tabaco...
- En una hoja de tabaco o en una hoja de papel, dá igual, no me gusta el humo.

Ambos estaban sentados en el suelo, recostados contra un muro observando el cielo. Después del reclamo de Violeta la reacción de Rojo fue sentarse de tal manera que el viento se llevara su humo lejos de ella.

- Te queda lindo el atardecer, podría quedarme mirándote hasta que oscurezca y sé que aún así no dejarías de ser hermosa.

Las palabras de Rojo eran más que sinceras, los rizos de Violeta volaban libremente al ritmo de la brisa y sus ojos miel se veían más claros y brillantes.
Las mejillas de Violeta siempre reaccionaban cuando Rojo le decía palabras bonitas, y a él eso le encantaba.

- A vos te encanta hacerme sonrojar...
- Y a vos te encanta que te haga sonrojar...

Violeta se acostó en el suelo y Rojo, después de botar la colilla del cigarro, se acostó a su lado. Ambos se abrazaron y se miraron a los ojos durante largo rato. A Rojo le encantaban los ojos miel de Violeta y a ella le encantaban los ojos oscuros de Rojo.

Ambos sonrieron, era imposible ocultar el amor que sentían el uno por el otro. En un movimiento sincronizado ambos cerraron los ojos y acercaron sus labios muy lentamente, respiraban profundo y podían sentir el latido de sus corazones; a Violeta le gustaban los besos de Rojo porque eran inesperados, a Rojo le gustaban los besos de Violeta porque eran delicados.

- Me gusta tu olor - dijo Rojo aspirando profundo
- Me gustan tus besos - dijo Violeta atrapando una vez más los labios de Rojo. - Lástima que sepan a cigarrillo - añadió.
- Envuelto finamente en una hoja de tabaco - respondió.

1 comentario:

  1. creo que sobra decir que quedo más que convencida del talento. Y añado que me hace muy feliz tenerte cerca.

    ResponderEliminar