domingo, 14 de septiembre de 2008

Ángel

Con vos me pasa lo que me pasa con las cosas grandes, con los sentimientos encontrados y con los momentos sublimes: soy incapaz de nombrarlos.

El asunto es que por más que busco un término apropiado para referirme a vos no lo encuentro. Es un problema que tengo también a la hora de titular o de poner un nombre. Lo más fácil es llamar las cosas por su nombre común o incluso poner "(sin título)" y que ese problema lo resuelva otro. Pero vos ya tenés muchos nombres que te han dado otros y creo que por eso se me ha hecho tan difícil la búsqueda. No quiero caer en ningún término cliché aunque alguno de ellos resulte sensato, ni utilizar sustantivos cursis que de un momento a otros están en boca de todos los enamorados. Quiero llamarte de manera especial, quiero darte un bonito sobrenombre, quiero tal vez inventarme un término para definir tu especie -en vía de extinción, por cierto-, quiero poder resumir en una, dos, máximo tres palabras, el "reguerito de magia" que dejás por donde pasás y que me regalás con tu boca y me entra por los ojos y los oídos y se me cuela por los poros.

Seguiré pensando cuando pare ese maldito martilleo que viene de la casa vecina. Por ahora te dejo un abrazo de algodón de azúcar y un beso de arequipe caldense.

3 comentarios:

  1. Y cuando se logra el nombre, la sensación que se sigue, tiene el mismo problema.

    ResponderEliminar
  2. que amor, que amor....jaja

    ResponderEliminar
  3. nombre como final,nombre como medio,nombre como inicio, ese nombre dejó de buscar(se) o almenos de encontrar(se).

    amor con letras.

    ResponderEliminar