lunes, 11 de agosto de 2008

Dreamer

Chela no puede evitar fantasear cada vez que conoce a un hombre que le llama la atención. Se imagina toda una serie de encuentros afortunados, fructíferas conversaciones y variadas actividades. Siempre espera que sus imaginerías muten, así sea de manera mínima, en realidades dosificadas. Espera que tal vez alguno de esos seres cumpla con la característica principal que una adivina le dijo que tendría su esposo: artista; y que posea el gen que la misma adivina le predijo para su embarazo: gemelas.

Hace algunas semanas se decepcionó de nuevo del protagonista de sus últimos desvaríos mentales pero hoy un par de ojos azules la pusieron a soñar de nuevo. Con miedo, esta vez, porque no sabe hasta cuándo podrá seguir tejiendo ensoñasiones sobre los tristes y abandonados pilares que sostienen su realidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario