sábado, 7 de febrero de 2015

Hipótesis

No tenemos ni una foto juntos. Tal vez por eso fue tan complicado continuar, quizá allí se encontraba la razón de esta falta de sincronía, de las frecuencias alteradas, de no estar buscando lo mismo en los diferentes lapsos de tiempo que intentamos compartir. Bueno, a veces él también asumía que yo quería una cosa y resulta que yo quería otra. Idiota. Tal vez fue la distancia o la diferencia de edad, quizá fue el eco del pasado o mis benditos miedos. Por momentos es posible dejar a un lado el peso de los lastres y dejarse llevar hacia la superficie, pero a veces, ese peso te arrastra hacia el fondo. Cómo no vamos a tener una foto juntos. El día que nos conocimos sé que había una cámara, una de rollo. Tiempo después vi unas fotos de esa noche, me acuerdo bien, pero no recuerdo habernos visto, tal vez las revelaron mal, pasa todo el tiempo. Cómo no vamos a tener una foto. Tanto tiempo de hablarnos al oído y ni una foto. Ni una tipo documento de fondo azul y traje recortada de algún carné plastificado al calor. Él tampoco tiene ninguna mía, ni siquiera de esas con uniforme y pelo tinturado para hacerles dar rabia a las monjas del colegio. Todo lo que me queda de él es lo que guardo en mi memoria, su Facebook tampoco ayuda, en la foto de perfil todavía tiene la imagen predeterminada. Qué rabia. A él le queda más fácil acordarse de mí, aunque no sé si vea mis fotos, jamás me ha dado un like. Pendejo. Cómo no vamos a tener ninguna foto. Es como si nada de esto hubiera pasado, como si esos meses hubieran estado solo en mi cabeza. No es solo la ausencia de la foto, tampoco hay ninguna evidencia física de que nos hayamos conocido. Me siento paranoica pero es verdad, al menos en una pequeña medida. Ahora entiendo por qué la gente guarda cartas, pata estar seguros de que eso sí ocurrió. Yo nunca recibí ninguna, tampoco recuerdo si le di alguna. No, si este romance hubiera sido inventado por mí muchas cosas no habrían ocurrido, otras con seguridad habrían pasado en repetidas ocasiones. Ya quisiera yo que fuera inventado, me habría ahorrado tantas ratos amargos. Cómo no vamos a tener una foto. ¿Él habrá caído en cuenta de esto tan absurdo? Tal vez cuando seamos ancianos podamos tener esta conversación con toda tranquilidad y reírnos de estas hipótesis. Ahora no, ahora estamos en un pacto de silencio. Es mejor así, con tantos países y una boda de por medio. De esos sí hay fotos y muchas, de eso me enteré gracias a las fotos. Otro absurdo. No digo que ahora vaya a ir por el mundo fotografiándolo todo, pero me prometo que en esos momentos en los que me sienta inmensamente feliz sacaré un segundo para tomar una foto y así, tiempo después, comprobar que ese sentimiento fue verdadero. Empiezo mañana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario