miércoles, 19 de diciembre de 2007

- No me gustan las preguntas - Dijo como si pensara en voz alta, mirando hacia el oscuro cielo que dejaba ver la ventana
- ¿Por qué? - Preguntó con interés y se sonrojó al percibir la mirada de ceja levantada con la que ella había dado respuesta a su pregunta.
Bebió con algo de nervios su oscuro café con mucha azúcar y dijo "¡Mierda!" en susurro mientras con la manga izquierda de su saco se secaba las lágrimas que brotaron luego del quemón.
Ella se había levantado del sillón segundos antes por lo que no sería testigo de esa ridícula escena, por fortuna.

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